Para realizar una planificación contextualizada se debe hacer uso del diagnóstico el cual  “en ambientes educativos y profesionales es un ámbito pedagógico que se caracteriza por realizar un proceso sistemático de recogida constante de información, de valoración y toma de decisiones respecto a una persona o grupo de ellas” (Sobrado, 2005).

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Su importancia radica en que aporta información cualitativa y cuantitativa relevante sobre la situación integral del estudiante que permite la formulación de hipótesis sobre las necesidades, habilidades, destrezas e intereses de los mismos (Torres: 2011).

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Se utiliza para conocer las necesidades o problemas, pero también las fortalezas y debilidades en la institución y en el aula. Sólo de esta manera se encuentran soluciones correctivas o proactivas, para prevenir o mejorar determinadas situaciones. Se tendrán que aplicar nuevas prácticas diseñadas como estrategias para solucionar las carencias detectadas. (Lázaro, 2002).

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Es decir que el diagnóstico en la escuela abarca el contexto, las relaciones interpersonales de los actores escolares, motivación, autoconcepto y valores (Marín y Buisán, 1986; Granados, 1993; Marín y Rodríguez, 2001), esto es, todos los indicadores y las variables relevantes para una educación integral en el ámbito de la diversidad.

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Así mismo para la recogida de datos se pueden implementar diversos instrumentos como son:

 

• Sociogramas: 

• Test de canal de aprendizaje. 

• Test de inteligencias múltiples.

• Test de contenidos curriculares.

• Observación al contexto

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